Robots de Telepresencia en residencias de ancianos durante la COVID-19

Robot Romeo Grupo ADD

El brote de COVID-19 afectó con mayor dureza a los ancianos y esto ha sido especialmente cierto en residencias de ancianos y residencias de ancianos. Dado que los ancianos se encuentran entre las poblaciones de mayor riesgo, cada vez es más importante proteger a los ancianos de las residencias de ancianos frente al virus y reducir sus posibilidades de infectarse. Una de las soluciones desarrolladas para garantizar su seguridad ha sido el uso de robots con telepresencia como forma de limitar el contacto físico con el personal de las residencias de ancianos y reducir el riesgo de que se siga propagando el virus.

¿Qué son los robots con tele-presencia?

Los robots con telepresencia pueden definirse como un tipo de tecnología de teleoperación en la que un usuario puede controlar a distancia un robot e interactuar con su entorno. Esta tecnología se ha adoptado en varios mercados, desde fábricas hasta aplicaciones sanitarias. En la asistencia sanitaria, se ha utilizado para aumentar la asistencia y reducir el contacto físico con los pacientes, disminuir el riesgo de transmisión de virus en las residencias y aumentar la seguridad tanto del personal como de los residentes.

¿Cómo funciona?

Los robots con telepresencia se colocan en residencias y son controlados por el personal de la residencia desde el mando a distancia. Los robots permiten al personal realizar sesiones de vídeo y audio en directo con los ancianos, controlar su salud y actividad, llevar un registro de las constantes vitales de los ancianos e incluso ayudarles con sus ejercicios de rehabilitación. Además, los robots pueden utilizarse como agentes de reparto para entregar alimentos, medicamentos y otros suministros entre las habitaciones, aumentando la seguridad y limitando el contacto físico.

Ventajas del uso de robots con tele-presencia

La principal ventaja del uso de robots con telepresencia en residencias de ancianos durante COVID-19 fue la limitación del contacto físico entre el personal de la residencia y los ancianos. Esto garantizó la seguridad tanto del personal como de los ancianos al reducir el riesgo de contagio dentro de las residencias y proporcionó a los ancianos una sensación adicional de seguridad. Además, los robots de telepresencia permitieron al personal de la residencia controlar más de cerca la salud de los ancianos, así como llevar un registro de sus constantes vitales, actividad y ejercicios de rehabilitación. Los robots también brindaron la oportunidad de mejorar la comunicación entre el personal y los residentes, permitiendo una retroalimentación rápida y directa entre ambos.

Desventajas del uso de robots con tele-presencia

La principal limitación del uso de robots con telepresencia en residencias de ancianos durante COVID-19 fue el coste. La robótica necesaria para implantar la telepresencia en residencias es costosa, lo que dificulta que muchas residencias adopten esta tecnología. Además, aunque el objetivo previsto era reducir el contacto físico entre el personal de la residencia y los ancianos, a algunos ancianos les puede resultar difícil comunicarse con robots en lugar de con personas.

Conclusiones

Los robots con telepresencia se han implantado con éxito en muchas residencias de ancianos durante el brote COVID-19. Estos robots han permitido al personal de las residencias prestar cuidados a distancia y controlar la salud y la actividad de los ancianos, garantizando al mismo tiempo la seguridad tanto del personal como de los ancianos al reducir el riesgo de transmisión del virus. Aunque la tecnología ha tenido éxito, también ha sido bastante costosa de implantar y a los ancianos puede resultarles difícil comunicarse con robots en lugar de con personas. La implantación de robots con telepresencia se ha estudiado con gran detalle en el artículo «Robots with Remote Presence in Elder`s Care Homes During the COVID-19 Outbreak: A Review» [Sage, 23337214231166208] para quienes estén interesados en saber más sobre el tema.

Referencias:

Black BS, Rabins PV, Sugarman J., Karlawish JH (2010). Buscar el asentimiento y respetar el disenso en la investigación de la demencia. The American Journal of Geriatric Psychiatry , 18(1), 77–85. https://doi.org/10.1097/JGP.0b013e3181bd1de2
Braun V., Clarke V. (2021). ¿Saturar o no saturar? Cuestionando la saturación de datos como un concepto útil para el análisis temático y las justificaciones del tamaño de la muestra. Investigación cualitativa en deporte, ejercicio y salud , 13, 201–216. https://doi.org/10.1080/2159676X.2019.1704846
Boamah SA, Weldrick R., Lee TJ, Taylor N. (2021). Aislamiento social entre adultos mayores en cuidados a largo plazo: una revisión de alcance. Revista de Envejecimiento y Salud , 33(7–8), 618–632. https://doi.org/10.1177/08982643211004174

Fuente: https://journals.sagepub.com/

Más info sobre la ONG Guía de Mayores en su blog

 

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