Bancos de Alimentos

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Voluntariado en Bancos de Alimentos:  compartir  tiempo  y alegría.

En España existen 55 bancos de alimentos,  formados por voluntarios no remunerados, jubilados y prejubilados, que aportan su tiempo, su entusiasmo y su experiencia profesional anterior.

  • Estas organizaciones sin ánimo de lucro llegan a 1.667.000 personas, pero más del doble les necesitan a diario.
  • El año pasado entregaron más de 142 millones de kilogramos.

El objetivo de los Bancos de Alimentos es recuperar  excedentes alimenticios de nuestra sociedad y redistribuirlos entre las personas necesitadas, evitando cualquier desperdicio o mal uso. Funcionan gracias al trabajo desinteresado de los voluntarios, su auténtica alma y sostén. Según la disponibilidad de horarios, hay voluntarios estables, que son los que colaboran de forma fija y presencial unos días concretos, y eventuales, que son los que colaboran en acciones determinadas (como una recogida u operación kilo).

Pero no basta con tener buena voluntad, el voluntario tiene que ser eficaz y para ello debe comprometerse con la tarea que se le encomienda.

Uno de ellos, José Miguel Rodríguez, explica a Guía de Mayores la experiencia de voluntario en un banco de alimentos de la Comunidad de Madrid:

Pregunta.- ¿Qué es lo que más valoras de tu experiencia como voluntario en el Banco de Alimentos?

Respuesta.- Entre otras y la más importante, que sin darnos cuenta llevamos a cientos de hogares  solución para lo más básico… sobrevivir. Algo de esperanza para cada día.

En mi caso he tenido la gran suerte  de participar directamente en la recogida de alimentos y de poder vivir en primera persona con que alegría y generosidad las entidades, empresas, grupos o sencillamente una simple comunidad de vecinos dona alimentos. En ese instante te reconforta ser un mero conductor y hacer posible que el esfuerzo de muchas personas se materialice en la mesa de otros tantos.

P.- ¿Hubo cosas que te sorprendieron al principio o que pensaras que funcionaban de otro modo?

R.- Por supuesto, no pensé que estuviera tan bien organizado y dirigido por personal altamente cualificado y sobre todo tan dedicado. Olvidando problemas personales en aras de los demás/proyecto común.

Pero algo que te sorprende cada día, y en cada necesidad es la capacidad de convocatoria y por supuesto la respuesta obtenida. Es increíble como cada voluntario responde, y no solo ellos, sino que hacen partícipes a su entorno más cercano, aún por encima de necesidades personales. No olvidemos que muchas de esas personas son mayores y todos sabemos lo que eso significa, aunque ellos lo obvien en muchos casos.

P.- ¿Recomendarías este tipo de experiencia? ¿Por qué?

R.- Sin dudarlo, ¡cuántas veces se nos escapa el tiempo en tonterías y no ponemos remedio! Pues aquí lo único que te piden es tiempo y de eso, en ocasiones, andamos sobrados. No es regalarlo, es compartirlo. Invirtamos tiempo y recojamos felicidad y sobre todo el sentimiento de algo bien hecho.

P.- ¿Son necesarias unas cualidades o virtudes especiales para participar en el voluntariado del Banco de Alimentos?

R.- No son imprescindibles, por supuesto que se valoran conocimientos de una u otra materia en función de las necesidades, pero lo verdaderamente importante es tener un alto grado de compromiso con el Banco.

Datos y cifras

En 2014, entregaron más de 142 millones de kilogramos a 8.652 entidades benéficas que atendieron a 1.667.474 personas.

Esta cantidad representa un incremento de 23,7 millones de kilogramos en relación a 2013, que estuvo acompañado de un aumento de 71.412 personas necesitadas (un 4,8 % más).

Ello significa que siguen creciendo las personas que requieren ayuda, pero a un ritmo mucho menor que en años anteriores.

Las cuantías entregadas por persona y año, que habían descendido de forma notable a partir de 2011 hasta llegar a los 71 kilogramos, han alcanzado los 85 kilos.

De acuerdo con la FAO, la cantidad necesaria por persona y año son 115 kilogramos. Por lo tanto, hay que seguir avanzando.

Un poco de historia

Fue en la década de los años sesenta, en 1967, en PHOENIX (Arizona, EEUU) cuando John Van Engel creó su primer Banco de Alimentos del mundo con el único objetivo de luchar contra el hambre, recuperando alimentos consumibles pero que no se pueden comercializar.

Actualmente existen en el mundo 500 Bancos de Alimentos. En Europa funcionan 150, de los cuales 53 están en España, actuando cada uno de ellos de forma independiente, exclusivamente en su ciudad y provincia.

Los Bancos de Alimentos de España constituyeron en el año 1996 la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) que a su vez está integrada en la Federación Europea de Bancos de Alimentos (FEBA).

Para más información el siguiente enlace contiene la última memoria anual de la federación española:

Memoria Anual 2014

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