El próximo 29 de octubre se celebra el Día Mundial del Ictus.

En Madrid habrá un evento científico los días 28 y 29 de octubre, para sensibilizar a la sociedad de la situación de los pacientes y su atención.

Como ponentes estarán el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, la Asociación Freno al Ictus y el Centro de Estudios para el Deporte Inclusivo (CEDI).

Según la Federación Española del Ictus, es una de las primeras causas de mortalidad en las mujeres y la segunda en los varones. Este dato ha sido facilitado por el SEN (Sociedad Española de Neurología) y el  Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (GEECV).

Es una enfermedad cardiovascular y se origina al no llegar el flujo sanguíneo al cerebro y como consecuencia las células nerviosas no reciben el oxígeno necesario y dejan de funcionar.

Esta dolencia suele darse a partir de los 55 años en adelante, siendo proporcionalmente mayor el riesgo a tener más años. El 75% de los ictus en España se da en personas con más de 65 años.

Las causas que influyen en sufrir un ictus, además de la edad, son:

-Hipertensión arterial

-Arritmias cardiacas

-Enfermedades del corazón

-Diabetes

-Obesidad

-Sedentarismo

-Consumo excesivo de alcohol

-Consumo de drogas,…

En la actualidad hay 120.000 fallecimientos por ictus. Podría mitigarse si siguiéramos una serie de pautas como realizar ejercicio físico, seguir una dieta saludable, evitar la obesidad, disminuir el consumo de alcohol, descansar las horas necesarias, visitar al médico en caso de que seamos uno de los grupos de riesgo.

Esto no quiere decir que no tengamos la posibilidad de padecer un ictus pero el peligro se aminora.

El ictus se presenta de una forma imprevista y repentina sin previo aviso.

Algunos de los síntomas que nos indican que estamos padeciendo un ictus son:

-Dificultades para hablar

-Pérdida de memoria

-Entumecimiento imprevisto de cara, brazos o piernas.

-Problemas para caminar

-Mareo

-Desequilibrio,…

En caso de que percibamos o nos observen algunas de estas señales, hemos de acudir urgentemente al Centro de Salud, al Hospital o bien telefonear al Servicio de Emergencia número 112.

Si vamos rápidamente a que nos atiendan y nos diagnostican el ictus, es muy posible que las secuelas sean mínimas.

Una de las consecuencias que puede tener el paciente es una incapacitación funcional que se verá reflejada en su calidad de vida, además de la dependencia que genera y el requisito de una  persona que esté a su cuidado.

Un 52,5% de los enfermos que viven en sus domicilios necesitan que se les ayuden para poder realizar las necesidades básicas de la vida diaria (BVD). La cuidadora es por lo general una mujer de aproximadamente 55 años.

Bastantes afectados necesitan realizar rehabilitación, después de padecer el daño cerebral, con el fin de disminuir los efectos causados por el ictus.

En los programas de recuperación, las técnicas que se utilizan dependen del daño que les haya ocasionado la enfermedad y del grado de discapacidad que tengan. Pueden ser técnicas de terapia física, terapia de logopedia y terapia ocupacional.

La recuperación es muy lenta y depende del grado de la lesión que haya producido el ictus.

Guía de Mayores se suma al Día Mundial del Ictus con la esperanza de que existan menos casos de esta enfermedad por detectarla a tiempo.