La sexualidad a partir de los cincuenta

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Sexualidad a partir de los 50

La sexualidad a partir de los cincuenta

La sexualidad se ha asociado con la juventud pero el ser sexualmente activo después de los cincuenta años es posible.

Las personas con menos edad piensan que pasados los cincuenta los deseos sexuales son nulos. Creen que es imposible sentir agrado debido a la edad. Pero, ¡ay, cómo se equivocan!.

El cumplir años no está asociado a la pérdida de la libido. Está claro que la sexualidad no es la misma que a los treinta. Se han producido cambios en nuestro organismo que influyen especialmente en la forma de afrontarla.

No quiere decir que sexualmente se sea inactivo sino que han surgido una serie de modificaciones y debemos ser conscientes de ellas.

Según el Instituto Gerontológico de Madrid, la transformación corporal no es igual en el hombre que en la mujer.

En el primero la erección se hace más lenta, la eyaculación precoz no se da, por lo que el placer es más duradero. En la mujer, cuando llega la menopausia los niveles de estrógenos bajan y puede provocar sequedad en la vagina, ésta se hace más corta y pierde elasticidad.

También se presentan enfermedades que afectan a la sexualidad como la presión arterial alta, lesiones cardíacas, artritis,…

No hay que tirar la toalla por esto. Cuando se tienen más de cincuenta años existe una comunicación más íntima que no se da en la juventud.

Debemos pensar que la sexualidad no es solo el coito, sino que confluyen más elementos. La pareja se conoce más a fondo, saben sus gustos, no hay prisas para llegar al orgasmo, las caricias son más abundantes, en resumen se vive diferente.

A esto, hay que añadir los beneficios que conlleva en la salud el sexo a esta edad pues es magnífico para aumentar la autoestima, confianza y alimentar el equilibrio psicológico y emocional.

A partir de ahora se valora más la calidad que la cantidad.

Tanto para el hombre como para la mujer tener la sexualidad activa nos hace sentirnos más jóvenes, se experimenta una segunda juventud, en la que el disfrutar es totalmente distinto, se tiene más tiempo, se realiza sosegadamente,…, y algo fundamental en la pareja es el conocimiento de ambos, sus gustos…, se tiene más experiencia.

También es favorable porque durante el sexo se estimula una hormona denominada oxitocina, que sirve para definir el comportamiento sexual de cada individuo, además de promover el apego hacia el ser querido e induce y cultiva la felicidad.

Si las circunstancias lo permiten, no hay que darle la espalda sino practicarlo cuando aparezca el deseo.

Un estudio, llevado a cabo por la investigadora estadounidense Debby Herbenick mostró que “un 61 % de las mujeres entre 18 y 24 años alcanzaban el orgasmo con frecuencia, mientras que la cifra aumenta al 65% entre las mayores de 30 y subía al 70 por ciento entre las mayores de 40 y 50 años“.

Deducimos de esta iniciativa que la sexualidad continúa más allá, el cumplir cincuenta, sesenta, setenta años no es obstáculo para proseguir con el sexo.

La investigación publicada por la revista Annals of Family Medicine, afirma que seis de cada diez mujeres tienen una vida sexual activa, según este estudio realizado, entre otros, por el doctor Holly Thomas.

En él, se señala que una de las consecuencias es tener una pareja estable.

Por último, si acontecen problemas en nuestra vida sexual pidamos consejo a un profesional.

Nunca se han de consumir medicamentos sin la aprobación de un médico, el efecto puede ser contrario a lo que deseamos.

La mujer en caso de sequedad vaginal puede necesitar lubricantes.

Posiblemente el tiempo de estimulación se alargue más que antes.

En el mercado hay diferentes juguetes sexuales y contenidos en páginas web que nos pueden ayudar en nuestras relaciones íntimas. No hemos de tener pudor en su utilización.

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