Universidad de Mayores: Nunca es tarde para aprender

Foto de Universidad de Mayores. Universidad Complutense.
Universidad de Mayores. Universidad Complutense.

La Universidad de Mayores de la Complutense (UCM) ofrece cursos monográficos dirigidos a mayores de más de 50 años.

“El ojo y el espíritu: aprendiendo a ver el arte”,  “Psicología positiva”,”Universo, Espacio y tiempo: de la filosofía griega a la cosmología cuántica” u ópera desde el barroco hasta el s.XIX. Una apreciación auditiva de sus formas y representación”, son algunos de los cursos monográficos dirigidos a personas de más de 50 años que se imparten en la Universidad de Mayores de la Complutense de Madrid (UCM).

Unos 1.500 alumnos de esa edad están matriculados este año en esa sección de la UCM, que oferta 48  monográficos, dentro del Segundo Ciclo, a los que se accede o bien  con una titulación universitaria ó después de estudiar los tres cursos académicos que integran el Primer Ciclo, en cualquier universidad de mayores.

En la web de la Complutense se expone que “en nuestra sociedad, el aumento de la expectativa de vida y otros procesos de reconversión en el mundo laboral, han hecho surgir un gran sector de población, laboralmente inactiva, formado por un número creciente de personas que disponen libremente de todo su tiempo y que se encuentran aún en perfecto uso de sus capacidades.

Ruth Piquer, licenciada en Historia y Ciencias de la Música y uno de los profesores de las asignaturas de música en UCM, considera que en las clases para mayores “hay que dar siempre los contenidos pensando en un alumnado variado y con muy distinta casuística¨.

“Estas clases -explica- me permiten plantear muchas veces debates más complejos y maduros que con otro alumnado. Ello revierte muy positivamente en la posibilidad de contemplar la música en toda su dimensión, pues en el aula surgen reflexiones y preguntas de índole social y cultural bien interesantes, que nos hacen pensar a todos”.

“Encuentro que los alumnos mayores poseen una trayectoria y un bagaje, que enriquecen la dinámica del aula en todos los sentidos”,  agrega la profesora.

“Tengo curiosidad por saber más de los orígenes del mundo y de la vida”, explica Miguel González, alumno de Cosmología Cuántica, que cree que “es  casi una consecuencia de la edad hacernos preguntas sobre nuestra procedencia y destino. Es una especie de recapitulación”.

A  José Luis, un licenciado en Física y Económicas, que “nunca ha perdido el interés por aprender”, le gusta mucho la Ópera y asiste a la universidad para ver este género musical “de un modo más formal”.

Para Joaquín Gracia, un ingeniero e informático, de 60 años, alumno del  monográfico “La Dictadura de Franco”,  su paso de ahora por la universidad de mayores es para aprender lo que no pudo estudiar. “Entonces uno estudiaba por la proyección que podía tener a la hora de trabajar. Ahora es para disfrutar de lo que me gusta”.

De las clases de música disfruta también Francisco Javier Domingo, un ingeniero industrial, de 68 años, al que el monográfico “Sentido y oído; apreciación musical a través de la experiencia” le abrió un mundo al que nunca se había ¨ aproximado ordenadamente”.

Estas clases suponen para él “el gusto de poder aprender cosas que no sabía¨ y de una materia, que gustándole, ¨nunca había aprendido de forma reglada”.

Para el escritor español José Martínez Ruiz, Azorín, que falleció en 1967, a la edad de 94 años, la vejez “era la pérdida de la curiosidad”.

Hay un refrán que dice que “el saber no ocupa lugar”, sin embargo, muchos mayores, llenos de curiosidad, están decididos a llenar las aulas donde éste se imparte.

Carmen Domingo.

Nota: Carmen Domingo se incorpora al equipo altruista de grandes periodistas colaboradores de la ONG Guía de Mayores.

 
 
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