La estimulación cerebral se inicia como un iportante desafío para mejorar la memoria en los mayores.
El mundo se enfrenta a muchos retos debido al rápido envejecimiento de su población, con un aumento de personas mayores de 60 años.
Los cambios demográficos van acompañados de costes personales y sociales: desde problemas de atención sanitaria, como la necesidad de recetas o tratamientos debido a que la falta de memoria de una persona se agrava, hasta la muerte total si no busca ayuda lo suficientemente pronto; hasta cargas económicas, como la imposibilidad de seguir trabajando debido a la falta de memoria funcional o el riesgo de perder el empleo por falta de habilidades de investigación debido a que uno mismo es demasiado viejo.
Tecnología no invasiva de estimulación cerebral
Una forma no invasiva de estimulación cerebral puede ayudar a mejorar la memoria de las personas mayores, según una nueva investigación.
El método parece durar al menos un mes y se ha demostrado que también mejora la memoria a corto plazo. Adaptado para su uso a largo plazo o su recuerdo repetido a lo largo del tiempo puede suponer beneficios como una mejor capacidad de recuerdo para las personas que antes tenían dificultades para recordar listas debido a las limitaciones de tiempo en sus agendas o porque otras tareas tenían prioridad sobre el recuerdo de uno mismo (por ejemplo, el trabajo).
La tasa de mejoras de la memoria durante 4 días predijo el tamaño de los beneficios de la memoria 1 mes después. Las personas con una función cognitiva basal más baja experimentaron mejoras de memoria más grandes y duraderas.
Rob Reinhart director del estudio
«Es una realidad incómoda de la vida, pero a medida que envejecemos, todos nos volvemos un poco olvidadizos», resalta el neurocientífico de la Universidad de Boston (EE UU) Rob Reinhart, quien dirigió el estudio publicado en la revista Nature Neuroscience
60 voluntarios con edades comprendidas entre los 65 y los 88 años
El equipo reunió a 60 voluntarios, todos ellos con edades comprendidas entre los 65 y los 88 años, que se dividieron en tres grupos. En una actividad, a cada persona se le leyó una lista de 20 palabras y todos tuvieron que recordarlas después. Mientras realizaban esta tarea, a un tercio se le moduló el córtex prefrontal, mientras que a otro tercio se le modularon los lóbulos parietales con corriente electromotriz; sin embargo, no se observó ninguna diferencia entre esos dos grupos en cuanto a su rendimiento a la hora de recordar. Los que recibieron la estimulación cerebral no sintieron nada drástico cuando la corriente les atravesó la cabeza, ya que sólo se produjeron pequeñas punzadas o pinchazos que no resultaron en absoluto agobiantes.
Referencias:
Más info sobre la ONG Guía de Mayores en su blog
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